El doble crimen originó al “juicio del siglo”: cómo fue la debacle de OJ Simpson, la mega estrella de la NFL
Hace 30 años se producía un doble crimen que conmovió a los Estados Unidos y tuvo impacto mundial por la fama del principal sospechoso: O.J. Simpson, la mega estrella del fútbol americano, sería arrestado 5 días después del sangriento hecho que dio origen al “juicio del siglo” y provocó su debacle.
El 12 de junio de 1994, Nicole Brown, exesposa de O.J. (madre de dos de sus cinco hijos) y su presunto amante, Ron Goldman, fueron asesinados a puñaladas en el exterior de la imponente residencia de la mujer en la ciudad de Los Ángeles. Los ojos de los investigadores se posaron en el deportista y actor de La Pistola Desnuda, a quien la víctima ya había denunciado por violencia de género en varias oportunidades.
En un allanamiento a la vivienda del ex deportista devenido en actor se encontraron rastros de sangre en su camioneta y un guante de similares características al hallado en la escena del crimen, también con restos hemáticos. Simpson no estaba en su vivienda en ese momento y por ende no pudo ser aprehendido.
Cinco días después, y tras una cinematográfica persecución por las autopistas de Los Ángeles, seguida en vivo por las cadenas de televisión a través de móviles terrestres y helicópteros, O.J. se entregó a la policía y quedó detenido a la espera de ser juzgado.
Se inició así la debacle de una figura estelar del deporte norteamericano que había iniciado también una prometedora carrera artística. La fortuna se le fue esfumando en pago de abogados y se le cayeron todos los contratos de publicidad que tenía. Sólo le quedó la pensión de futbolista.
El “juicio del siglo” contra O.J. Simpson
El juicio más mediático de la historia de los Estados Unidos se extendió por once meses, desde la toma de juramento a los miembros del jurado el 9 de noviembre de 1994. A lo largo de las audiencias la defensa del astro del fútbol americano (conocida por la prensa como el “equipo de los sueños”) se basó en las irregularidades cometidas por la policía durante la investigación y solicitó la nulidad de la actuado.
El broche de oro que terminó exculpando a O.J. se produjo cuando uno de sus abogados descubrió que el tamaño de los guantes, que eran prueba vital en el caso, no coincidían con el de las grandes manos de Simpson. “Quedate tranquilo, cuando te los pruebes delante del jurado, verán que no te entran”, le dijo uno de sus defensores, Johnnie Cochran.
Efectivamente, O.J. se puso de pie, intentó calzarse un guante en la mano izquierda y mostró a todo el mundo, que seguía el caso por televisión con un rating impresionante, que era demasiado pequeño. Repitió lo mismo con la otra mano y de inmediato sonrió y se encogió de hombros como diciendo “vieron que no fui yo”.
Finalmente, el 3 de octubre de 1995, el jurado dio su veredicto: “no culpable”. De esta manera, O.J. recuperó la libertad. Sin embargo, tras el “juicio del siglo”, desarrollado en el fuero penal, tuvo lugar el proceso civil, en el que las familias de las víctimas pedían un millonario resarcimiento.
En este caso, el final fue distinto: O.J. fue encontrado culpable y condenado a pagar una indemnización de 33 millones y medio de dólares. Lejos de cumplir con la sentencia, dictada en 1997, el astro deportivo sólo abonó 133 mil dólares.
O.J. Simpson había afrontado el escándalo en medio de un pico de popularidad que hasta lo llevó al cine, donde intervino en la saga satírica La Pistola Desnuda. Años después, en septiembre de 2007, Simpson fue arrestado en Las Vegas por robo a mano armada, coacción y secuestro. Recibió una condena a 33 años de cárcel, con un mínimo de 9 sin derecho a libertad condicional. Cumplido ese plazo, recuperó la libertad el primero de octubre de 2016.
Al ex jugador de fútbol americano, miembro del Salón de la Fama de la NFL, se le detectó un agresivo cáncer de próstata y murió el 10 de abril pasado en Las Vegas, a los 76 años.